En memoria del Dr. Hugo Carrasco Muñoz

Mi nombre es Jaime Otazo Hermosilla
Soy el director del Departamento de Lenguas, Literatura y Comunicación de la Universidad de La Frontera. Y vengo a despedir a mi maestro, colega y amigo, Hugo Carrasco Muñoz.
Dicen que cuando un amigo se va, no desaparece. Su permanencia depende del recuerdo de su comunidad. En el caso de Hugo Carrasco Muñoz, varias comunidades tendremos que realizar el prodigio trascendental de la memoria.
En particular, la comunidad académica tendrá que honrarlo no sólo recordando quien fue este gran profesor de profesores sino que perpetuando las ideas que ayudó a cultivar en este mundo. Pues, como se sabe (y dice Peirce) la investigación jamás es un acto ni un proyecto solitario. Ella sólo es posible en comunidad.
La memoria de uno solo de nosotros es impotente contra el avance implacable del olvido y la ignorancia. Pero en el inmenso océano del universo indiferente navega humilde nuestra memoria colectiva. Esa que por miles de años se ha abierto paso en el tiempo y el espacio creando sentido. Ese es el reflejo de nuestra forma de vida y la impronta de nuestra especie en el aparente desconcierto de los fenómenos.
Los medios de la memoria son diversos y tienen su propio devenir. Hugo Carrasco supo estudiar una tras otra las formas en las que el conocimiento permanece y se crea en sociedad. Comenzando por los mitos, que en las sociedades de oralidad primara, proporcionan la arquitectura fundamental sobre la que se instalará el mundo específico de esa comunidad. Coleccionó y analizó los mitos cosmogónicos mapuches pero también otros mitos y relatos que reflejan aspectos muy particulares de esta cultura. Junto con otros humanistas de su generación, Carrasco nos permitió atisbar la inmensa complejidad y riqueza del mundo mapuche.
Pero la sociedad mapuche actual no solo vive en la oralidad. También ha sabido vivir en la escritura de la que supo apropiarse tras la violenta agresión de la sociedad europea moderna fundada sobre la escritura y la burocracia. Hugo Carrasco fue uno de los primeros, en conjunto con su hermano Iván, en dedicarle atención a estas formas esencialmente híbridas de discurso. La poesía mapuche no sólo impregnó a la sociedad mayoritaria del imaginario y la cosmovisón de la cultura tradicional sino que ayudó a crear el sustrato de una recuperación identitaria al interior de la sociedad mapuche en proceso de recuperación y reinvención de sus tradiciones.
No bastando con eso, se dedicó a estudiar cómo las organizaciones mapuches tras la vuelta a la democracia supieron hacer uso de los medios y dispositivos del discurso público para dialogar con el poder y la sociedad en general. Como en la leyenda lautarina, los y las mapuches formados en la sociedad mayoritaria se apropiaron de sus armas y herramientas para luchar por un reconocimiento que hasta el día de hoy es mesquino e incompleto.
Fundó el Departamento de Lenguas y Literatura de la UFRO cuando ésta todavía era una sede de la Universidad de Chile, fundó la Carrera de Pedagogía en Castellano y Comunicación, fundó la Carrera de Periodismo, fundó el Instituto de Estudios Indígenas, fundó el Centro de Documentación Indígena, fundó el Magíster en Ciencias de la Comunicación, fundó el Doctorado en Comunicación. Fue socio fundador de la Asociación Chilena de Semiótica y participó activamente en la Sociedad Chilena de Lingüística y en la Sociedad Chilena de Estudios Literarios. Dirigió el Departamento de Lenguas, Literatura y Comunicación y fue Decano de la Facultad de Educación Ciencias Sociales y Humanidades. Muchas fueron sus obras y sus logros.
Hugo Carrasco formó profesores y periodistas desde el sur de Chile y formó también a varias generaciones de académicos e investigadores en humanidades, semiótica, comunicación y estudios literarios.
Quedan grabados en mi recuerdo, como discípulo, colega y amigo, su profundo respeto por los principios universitarios: la independencia y la libertad de pensamiento, el amor desinteresado por el conocimiento, la rigurosidad del pensamiento en el estudio y la investigación, la importancia del diálogo y del debate universitario en torno a las grandes interrogantes de la humanidad: la pregunta por el sentido y por la construcción de un mundo más justo.
Como parte de una comunidad entristecida por su partida, sé que mi maestro ha desaparecido y que todos nosotros también lo haremos en su momento, pero perdura en todos nosotros la esperanza que en un mundo cada vez más humano, el sentido que hemos construido generosamente perdurará porque la verdadera memoria no es cuestión de uno solo sino de todos nosotros.
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